domingo, 12 de octubre de 2008

Robo en tu costilla izquierda.

No se si en el sueño te robe dos palabras,
pero no te confies pensando que ahí está tu corazón,
ahí entre tus costillas,
ahí intenté desesperadamente el rapto.

Tu puedes seguir pensando que no eres mio.
Yo no puedo mas que pensar en cómo,
lenta y deliciosamente me comí a latidos tu corazón.

A cambio de tus palabras, de las miradas y de los
besos de ayer. Te regalo todas mis palabras escritas,
y las que aún no escribo.

Te digo esto sin quererme limpiar las manchas
que delatan mi robo.

Ese corazón que tomé sin tu permiso
me empachó de una alegria que no puedo esconder...

Así es que quiéreme mucho o quítame ese alfiler del
alma, para poder devolverte lo que me dejé.


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