jueves, 30 de octubre de 2008

De Fito Paez, Del niño del Desierto y de vos...

Le escribo a mi diario aunque realmente no tengo uno... Pobres papeles pobre diaro si existiera se quemaria el solo con los fósforos, con el encendedor o hasta con la veladora que enciendo para que vengas.Mi vida ha dado tantas, tantas vueltas en los últimos meses, no quiero recordar mi nombre aunque me nombra en sus voces y en tu voz.... en la voz de vos.. Añado mi descripción y la de mi espejo en el desierto...







Cecilia... como Fito Paez...



" Cecilia dice siempre lo que piensa,y casi nunca piensa como yo,si tengo hambre busca en la despensa y me guisa unos besos con arroz.
Cecilia duerme bien acompañada porque a menudo la acompaño yo, cuando se harta de estar enamorada,le regalo un vestido y un amor,mi gozo, mi veneno, mi pasión.
Cecilia tiene algunas fantasías y algunas fantasías tengo yo,le cambio las suyas por las mías y se hacen realidad entre los dos.



Cecilia sabe tanto de mi vida porque ha vivido tanto como yo,cada sábado bronca y despedida, cada domingo reconciliación.
Me gusta hablar con ella sin hablar...



Tengo una novia de buena familia con filias y fobias, cristal y vereda.



Tengo en mi cama una Venus en llamas,una duda desnuda,una mina de seda.
Pupele mía, rayito de sombra, gatito de alfombra,Palermo y Gran Vía.
Mi sueño, mi vigilia,mi adicción... Cecilia.
Cecilia busca amores imposibles, por eso fue posible nuestro amor,



Cecilia, tan altiva y tan sensible, tan diva y tan de nadie como yo.
Mi gozo, mi veneno,mi pasión...



Tengo una novia de buena familia con fobias y filias, cristal y vereda.



Tengo en mi cama una Venus en llamas, una duda desnuda, una mina de seda.
Pupele mía, rayito de sombra,gatito de alfombra, Palermo y Gran Vía.Mi sueño, mi vigilia,
mi adicción... Cecilia.

Dijo Gera
Pues, aqui otra vez, haciendo honor a la recomendacion de mi Cecilia.Y valla que con eso me siento como Fito Paez, el habla de su Cecilia y cuanto se parece a el. ha vivido tanto como yo. Yo aveces hablo de la mia y como me parezco a ella.Asi que por eso, no dejare de escribir.Otra vez, me siento frente a la ventana y ayer llovio, hoy veo la vida tras el cristal, tan honesta, tan cruda, tan agridulce, como ha sido, con sus buenos y malos ratos, con sus heroes y sus villanos.



Y yo, que aveces juego los dos papeles. Despues del viaje, regreso y todo parece en aparente calma, cuando la realidad es que todo sigue hecho un caos, lo veo de otra manera, la teoria del caos dice que es el origen de todo y todo es.



Yo he decidio dejar de buscar a la persona correcta o dejar a la persona en cuestion para buscar mi paz y mi tranquilidad. Creo que es poco honesto utilizar a las personas de esa manera.Asi que he decidio dejar de hacerme tormentas de un vaso y dedicarme a sentirme bien, hablando de frente, siendo honesto, dejano que las cosas fluyann, sin pensar tanto. Aveces creo que es peor pensar demas a no hacerlo. Cuando has visto a un venado llorar por desamor ?






Aqui lo tiene Señor, que Usted me tiene como una hoja en el viento... a salud de la inconciencia, de las incoherencias, a salud de los imposibles, de las "otras" de las que se quedan, de las que se van y se van por puro despecho.



Me voy para ayá, me quedo si Usted se queda, si usted se queda conmigo. Pero no piense que esperaré hasta que se acabe todo el dia, nomás hasta que se consuma el último tabaco y la última copa de alcohol..






Saludos para el desierto y para el lugar donde termina el fuego.






Paloma Negra


Esta va pa´ti mijo... y si me dueles, pero me aguanto....
Ya me canso de llorar y no amanece,
ya no se si maldecirte o por ti rezar.
Tengo miedo de buscarte y de encontrarte
donde me aseguran mis amigos que te vas.
Hay momentos en que quisiera mejor rajarme
y arrancarme ya los clavos de mi penar,
pero mis ojos se mueren sin mirar tus ojos
y mi cariño con la aurora te vuelve a buscar.
Ya agarraste por tu cuenta la parranda,
paloma negra, paloma negra ¿dónde andarás?
ya no juegues con mi honra, parrandera,
si tus caricias deben ser mias, de nadie más.
Y aunque te amo con locura: ya no vuelvas,
paloma negra, eres la reja de un penal.
Quiero ser libre, vivir mi vida con quien yo quiera,
Dios dame fuerzas que estoy muriendo por irla a buscar.
Ya agarraste por tu cuenta las parrandas....

sábado, 25 de octubre de 2008

Me tengo que ir...


Con una ausencia en los bolsillos... literal y poéticamente.
Con tus No como aretes.
Con la ropa ràpidamente lavada y el pelo en los hombros.

Así es como me encontró el amor por tí, la decepción sin tí.
Las preguntas que cuelgan de las hojas de los árboles,
el alcohol y su color llamativo.
Las canciones que no quiero escuchar
pero que narran mi vida.

Carreteras húmedas, casitas de teja,
tu nombre entre ceja y ceja y el ardor en mis labios.

Así es como me voy sin tí,
¿Cómo me iré sin ti?
¿Eres realmente tú lo que quiero o eres solo tu imagen
azúl y violeta que no puedo borrar?

Tabaco y café...
Leche y pan...
Desesperación y expontaneidad...
Paciencia y miedo....

Sigo parada en la puerta de donde me besas y abrazas
pero no me dejas entrar.

Tengo que dejarte porque comienza a llover,
tengo que dejarte porque hace frío,
tengo que dejarte porque no quiero que me veas
desde adentro, tan comodamente,
como me deshago haciendo una sombrilla
con jirones del telar de mis sentimientos.

No quiero que veas como te dejo de regalo
la poca conciencia que me queda en tu puerta.

Me quiero ir porque tengo que reparar
las grietas entre las costillas
desde donde se asoma
burlándose por saberse muy fuerte,
ese te amo ...
que no me deja vivir en paz.

Ailicec Zaid.

MANUAL DE AUTO-AYUDA 3

Te mando el mejor beso que puedo, y tan largo como tú quieras”, le escribió Simon de Beauvoir a Nelson Algren. “Si quieres saber con exactitud cuánto te quiero, tienes que sacar la cuenta de las veces que he empleado una letra: cuántas veces la a, cuántas veces la b, etcétera. Toma ese número, multiplícalo por 10,345 y habrás averiguado aproximadamente el número de besos que me gustaría darte a lo largo de la vida”. La intelectual enamorada. La química del cuerpo y del alma que hace que dos se junten. Lo dice John Travolta en Vaselina: “Sandy, quizá un día, quién sabe cómo, quién sabe dónde, nuestros mundos serán uno solo”. Los griegos ya lo sabían. La mitología afirma que antiguamente hombres y mujeres convivían en un solo cuerpo. Fueron separados por los dioses, cansados de su insolencia, pues eran tan perfectos que competían con lo divino. Desde entonces buscamos nuestra media naranja. “El que ama no vive consigo sino la mitad, y la otra mitad, que es la mejor parte de él, vive y está con la cosa amada”, como dijo Fray Luis de León. Encontrar al otro, complementarse en el otro. Por eso el amor no se busca, sucede. Los franceses dicen que es un latigazo. Es la flecha de Cupido en forma de una voz que se extraña, de unos labios que aspiran al beso. “No hay solución fuera del amor”, como afirmó André Breton. Amaos los unos a los otros, como lo estipula la Biblia. Amor a la pareja, a los hijos, a los seres queridos, a la hermana piedra, a los animales, al universo que nos rodea, a la vida entera que nos ha tocado, a nuestra particular y muy breve circunstancia humana. Es el ágape, el banquete de vida compartida, y la negación festiva del resentimiento y la soledad. El cristianismo opone la otra mejilla. Gandhi habló de la Satyagraha, o verdadera fuerza del amor, como instrumento para el cambio social. Martín Luther King siguió sus pasos y opuso amor a la violencia racista. “Si quieres trabajar por la paz del mundo, vete a casa y ama a tu familia”, como sugirió la Madre Teresa. O lo que André Bretón le dijo a su hija en El amor loco: “Deseo que seas locamente amada”. ¡Qué aspiración tan pura, tan exacta, tan sublime! Se lo dice cuando está a punto de cumplir dieciséis años, “pronta a encarnar ese poder eterno de la mujer, el único ante el cual me he inclinado”. Propongo una cosa, con todo y lo cursi que suene: hacer de ese deseo el nuestro, para los demás y para nosotros mismos. La consigna es amar y ser locamente amados. Estar agobiado de todo menos del amor, que nos salva y nos redime. El propio Octavio Paz entendió que al amar “brotan alas en la espalda del esclavo, el mundo es real y tangible, el vino es vino, el pan vuelve a saber”. Estar enamorado, con todo y que uno se sonroje al decirlo. Estar enamorado, y aunque el amor también es lágrimas y celos, dolor e incomprensión, conflictos de pareja y la eterna lucha por el pan, asumirlo como un compromiso vital. Enamorarse como acontecimiento único y extraordinario, volver a sentir las mariposas, experimentar en un beso todas las respuestas del universo, ser feliz porque sí, vivir en carne propia el mandato de San Agustín: “Ama y haz lo que quieras”. Llenarse de frases amelcochadas, de caricias honestas, de un nuevo brillo en la mirada, de flores sin espinas. Saber que el amor no es para siempre si no se renueva y que no es para todos sino para unos cuantos privilegiados. Repetir, como Beauvoir: “Nunca te vas de mi corazón. No habrá muerte entre tú y yo”.
Mauricio Carrera.

domingo, 19 de octubre de 2008

Me sirve... no me sirve.

La esperanza tan dulce
tan pulida tan triste
la promesa tan leve

no me sirve
no me sirve tan mansa
la esperanza

la rabia tan sumisa
tan débil tan humilde

el furor tan prudente no me sirve
no me sirve tan sabia
tanta rabia
...........
Benedetti

sábado, 18 de octubre de 2008

Te explico la diferencia

Puedo pasar la vida
contando los exactos lunares de tu vientre,
siguiendo en el espejo tu mirada, ahuyentando
tus fantasmas; si quieres, siéndome un poco tú.

Puedo pasar la vida.

Pero vivir, amor, es mucho más que eso;
es crecer y dormir y envejecer contigo,
reñir y bromear,
y no vernos a veces,
o vernos como extraños alguna madrugada.
Es la recia costumbre que de pronto fulguracon
una hermosa lumbre de pasión y demencia.


Josefa Parra.

ELLA

Ella... ¿Cómo será ella?
Ella tiene el título que quiero,
pero por mero orgullo es que lo quiero,
nomás por levantar del suelo mi ego,
porque no necesito ningún nombramiento.

Ella... ¿Le gustará Benedetti?
¿Que te dirá cuando tiene los ojos dentro de los tuyos?

¿Le gustarán los atardeceres?
¿La habrás llevado a que su mirada se hiciera agua?
¿Le guardas todas las noches a abscuras el alma
en un suspiro?

Trato de guardar un poco de rencor para mí
de sentirme mal por tomar lo que no
me corresponde, y a veces lo siento.

Trato de ser racional, de excluir completamente
cualquier tinte leve de celos, y casi logro disimularlos.

Pero arrancarme esta tristeza de pasar los dias
sin verte, eso sí no puedo.

Quisiera saber cómo hace ella...
Y dormir solo una noche con la certeza de tenerte.
Eliminar la realidad y el tiempo que nos carcome
con su paso.
Vivir en el sueño azúl y violeta donde te veo.

Quisiera pensar que no existe ella...
Pero siempre despierto bruscamente,
sabiendo que no eres mío.
y en la mano izquierda en lugar de tus manos
encuentro en mil hilos rojos el corazón.

Entonces en lugar de los celos, el resentimiento,
el rencor y la rabia de ser amante de lo ajeno.
Se queda un dolor lento y fuerte, y una tristeza
lánguida e incuantificable.

domingo, 12 de octubre de 2008

EL LADO OBSCURO DEL CORAZÓN.


Ella: No me acuerdo de vos. Tengo tan mala memoria. ¿Quién eras? El marinero de Toronto Star, el de La Habana Maru, el astronauta enamorado de Benedetti, …No me acuerdo.

Él:-Es importante hacerlo. Quiero que me relates tu último optimismo. Yo te ofrezco mi última confianza.

Ella: La esperanza tan dulce, tan pulida, tan triste, la promesa tan leve no me sirve.

Él: Aunque sea un trueque mínimo, debemos cotejarnos.

Ella: No me sirve tan mansa la esperanza, la rabia tan sumisa, tan débil, tan humilde...El furor tan prudente no me sirve. No me sirve tan sabia, tanta rabia.

Él: Estás sola, estoy solo; por algo somos prójimos. La soledad también puede ser una llama.

Ella: No me quieras, por favor, no me quieras, no me quieras, no me quieras…(…)

Él: Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brin­darnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo? No me es posible concebir ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando. Te quiero.

Ella: Yo tam­bién te quiero, pero puedo quererte sin tenerte. Hemos volado juntos. ¿Qué más hace falta?


................

Él: Ella me partió el corazón, pero al herirlo lo creó. Nunca lo entenderías. Mi pobre niña, mi querida niña…Nunca hubiera podido pagarte lo que hiciste en mí. Iluminaste el lado oscuro de mi corazón. ¿Por qué decidiste permanecer pobre, dejándome a mí tan rico? Así es que ... no te salves

NO TE SALVES . No te quedes inmóvil al borde del camino no congeles el júbilo no quieras con desgana no te salves ahora ni nunca. .

No te salves ,no te llenes de calma no reserves del mundo sólo un rincón tranquilo,

no dejes caer los párpados pesados como juicios ,no te quedes sin labios no te duermas sin sueño, no te pienses sin sangre, no te juzgues sin tiempo. .

Pero si pese a todo no puedes evitarlo y congelas el jubilo y quieres con desgana y te salvas ahora y te llenas de calma

y reservas del mundo sólo un rincón tranquilo

y dejas caer los párpados pesados como juicios y te secas sin labios y te duermes sin sueño

y te piensas sin sangre y te juzgas sin tiempo

y te quedas inmóvil al borde del camino

y te salvas, entonces....

no te quedes conmigo .


Fragmentos tomados de "El lado obscuro del corazón"

Película de Eliseo Subiela (1992)

Guión basado en los poemas de Oliverio Girondo, Mario Benedetti y Juan Gelman.
Intérpretes principales: Darío Grandinetti, Sandra Ballesteros, Nacha Guevara.

MANUAL PARA NO SENTIR

Este manual está hecho única y exclusivamente para casos de emergencia, que atenten grave y evidentemente contra el amor propio.

ÚSESE SOLO EN CASO DE EMERGENCIA. NO DEBERÁ USTED SALTARSE NINGUN PASO.
LOS PRIMEROS 3 PASOS SON DE DIAGNÓSTICO, EL ÚLTIMO ES UNA RECETA.

Consérvese en un lugar seco, lejos de las frases amelocolchadas y cursis y cerca de la cajetilla de tabacos y las botellas de líquido enervante.

1.- PASO NÚMERO UNO: Valore usted mismo el estado de su corazón. Mire a sus adentros, piense en "esa " persona si late fuerte y se pone de cualquier color menos uno fosforescente está usted salvado. Si la fosforescencia invade su interior lea y ponga en práctica el paso siguiente:

2.- PASO NUMERO DOS: Debe usted evitar ponerse nervioso al pensar en "esa" persona "usted ya sabe quien" que desde este momento llamaremos agente causal. Y que está dañando seriamente su egocentrismo. Lo está haciendo desinteresado, sacrificado, amable, risueño, despreocupado, cariñoso, cursi, compartido, feliz. Este agente causal solo lo eleva para dejarlo caer en el mas intenso de los embelesos. MUCHO CUIDADO.

3.-PASO NUMERO TRES: Si tiene usted síntomas de palomitas (y no de maíz) en el estómago, perdida absoluta del pudor, autoestima, orgullo, ausencia de pena y pérdida total del miedo a no ser bien correspondido está usted GRAVE.

4.-PASO NÚMERO CUATRO: Absténgase de besar, fúmese los cigarrillos que quiera en un dia(elija morir de efisema pulmonar y no de amor, así por lo menos su muerte dependerá de usted y no de "el agente causal") embríaguese, baile, refúgiese en su trabajo, haga horas extras si puede. Estrictamente prohibidas las canciones románticas, los paseos en el parque, los abrazos largos (salude de mano o con gestos en su cara). Prohibido desear, querer, llorar, reir.


De esta manera usted nunca será feliz, pero tampoco terminará despegando su corazón estampado en el pavimento.

Robo en tu costilla izquierda.

No se si en el sueño te robe dos palabras,
pero no te confies pensando que ahí está tu corazón,
ahí entre tus costillas,
ahí intenté desesperadamente el rapto.

Tu puedes seguir pensando que no eres mio.
Yo no puedo mas que pensar en cómo,
lenta y deliciosamente me comí a latidos tu corazón.

A cambio de tus palabras, de las miradas y de los
besos de ayer. Te regalo todas mis palabras escritas,
y las que aún no escribo.

Te digo esto sin quererme limpiar las manchas
que delatan mi robo.

Ese corazón que tomé sin tu permiso
me empachó de una alegria que no puedo esconder...

Así es que quiéreme mucho o quítame ese alfiler del
alma, para poder devolverte lo que me dejé.


jueves, 9 de octubre de 2008

MANUAL DE AUTO AYUDA-2

“¿Acaso no es una crueldad demasiado grande jugárselo todo en una sola existencia?”.

Si pudiéramos enmendarla, corregirla, la vida sería perfecta. No lo es. No hay escuelas para la vida, sólo la vida misma. El desconcierto de sabernos vivos. “El inconveniente de haber nacido”, como dice Cioran.
El milagro de una existencia no pedida y sin embargo valiosa y amada hasta el punto de asustarnos y rehuir la tumba fría, el más allá, si lo hay. A la eternidad con que los niños contemplan su propio paso por el mundo, se opone la brevedad que es como una queja triste en la sabiduría de los ancianos. La vida, bien mirado, es absurda, corta, sin sentido.
Tanta vida, para qué. ¿Para qué, si nuestro destino es precipitarnos en el abismo de la muerte, en la angustia de algún día dejar de ser? No poseo argumentos irrevocables ante este hecho contundente y falto de amorosa ternura, así como de la más prístina lógica. Sólo sobrevive una infinita angustia, una enorme protesta que se estrella contra el muro de lo absurdo, el coqueteo religioso que nunca me convence, la posibilidad siempre presente del suicidio como forma extrema de subversión, y la convicción de que para no caer en la abulia o la tristeza del ser, hay que aferrarse a algo, lo que sea, como si se tratara de un madero metafísico en el cotidiano naufragio de nuestra existencia. Hay quien se mete a una iglesia y tiene suficiente. Hay quien encuentra un poco de consuelo e inmortalidad en cada hombre o mujer que seduce. Hay quien toma cursos para reencarnar o se inventa un mundo lleno de ángeles benéficos y de la celestial luz que se ve al final del túnel. Hay quien se redime en los hijos.
Yo soy más simple. Sencillo, común y corriente, si se quiere. Me aferro a algo muy particular y poco valorado. Nuestra singularidad. Somos, por nuestro carácter efímero, únicos e irrepetibles. Nunca, en todo el universo, nadie más como yo, como tú, como nosotros. Eso nos hace, más que frágiles y breves, extraordinarios. Especiales. Distintos. No sé si es la respuesta al misterio, pero a mí me sirve. Hagámoslo con la alegría del que sabe que la vida es corta pero a quién le importa. Que la vida duele pero también sonríe. Lloremos, sí, porque el llanto es inevitable cuando se vive, pero también cantemos y bailemos, procuremos la felicidad de respirar, de amar, de contemplar un amanecer o de caminar descalzos por la playa, de reconocernos vivos en cada latido, en cada respiración, en cada caricia, en cada parpadeo. La consigna es aprovechar el día. Hacer como si se tratara del último de nuestra vida. Ser curiosos. Sentir, oler, disfrutar, conocer, gozar, no quedarse con las ganas de algo, antes de convertirnos de nuevo en el polvo que somos. Lo dice un anuncio televisivo: la vida es corta, comamos primero el postre. Lo dulce del mundo. Se vive solamente una vez. Lo demás son patrañas metafísicas con olor a incienso o a cuento de hadas. Solamente una vez.
Que sea éste el motor de nuestros actos, no para deslindarnos de nuestros errores y defectos sino para pulir hasta donde se pueda nuestra maravillosa y singular existencia. No nos dejemos abatir por lo cotidiano, por supuesto áspero, vulgar y altanero. Dejemos huella por lo que hicimos, no por lo que quisimos hacer. Hay gente que vive, aunque no ha nacido nunca. Tal vez nos hubiera gustado ser de otra manera –nacer en mejor cuna, tener éxito en todo, poseer el don de la palabra, ser monedita de oro, contar con un espejo fiel a nuestra verdadera belleza-, pero somos lo que nos tocó ser y no hay más. Creémonos una existencia, una razón de vida, una felicidad furiosa.
Aferrémonos a estar en un mundo terrible y bello, y nuestro, pésele a quien le pese. Si cuando nacimos el mundo sonrió y nosotros lloramos, que a la hora de nuestra partida sea al revés: que los demás lloren y nosotros nos despidamos con una sonrisa. Somos féretros con sueños, polvo enamorado, una ridícula nada, sí, pero también un momento único en el universo, una pasión inútil, un absurdo, una intensa casualidad convertida en milagro.
Mauricio Carrera

MANUAL DE AUTO AYUDA-1

"Depongo todo cuanto soy: me rindo.
No quiero más tus guerras ni tus líos.
Ni estas treguas de sal ni estos lamentos".
Félix Suárez.
Si el amor es festejo el desamor es duelo. “Si todo se ha de ir, ¿por qué llegaste?”, se pregunta Rubén Bonifaz Nuño, el poeta mexicano que más ha indagado con sus versos tiernos y coléricos las bondades y desdichas de ese “don de Dios”, que es el amar, y ese “corazón en las espinas” que es la separación de los que se aman.
En nuestros días los casos de desamor se multiplican. La pareja falla. La pareja huye de sí misma. La pareja hace malabares para subsistir. Qué triste paradoja: primero nos dedicamos a encontrar a la persona deseada, y luego, tristemente, a soportarla. La amamos hasta casi rendirle pleitesía y luego nos preguntamos qué le vimos, cuándo cambió, por qué ya no sentimos las mariposas de antes y sólo escuchamos el bostezo y la queja cotidiana. O las discusiones que terminan en pleito. “Mira bien, lo que hacemos los dos, siempre peleando así”, como dice la canción.
El amor tiene que ver con la vida y por eso duele, por eso se encela, por eso se desilusiona, por eso se transforma, por eso envejece y muere. El amor se complica porque se hace aburrido, monótono, porque hay malos tratos y traiciones, gritos y sombrerazos, estrecheces económicas, dolor y llanto. “Ningún amor termina felizmente (se sabe)”, como observa José Emilio Pacheco. Es cuando la amargura se hace presente y las palabras tiernas un remoto pasado. “Yo la amé y ella también a ratos me quiso”.
No importa el género, la desesperación y la tristeza son las mismas. Afligido amor, desdichado amor, pinche amor, desolado amor. La desaparición del amor y la separación de los que se aman no es nueva bajo el sol. Sucede que ahora es más notoria. Antes se disfrazaba. “En la alcoba profunda podríamos andar meses y años, en pos del otro, sin hallarnos”, como escribió Maiakovsky.
Las mujeres argumentaban dolor de cabeza y los hombres una partida de dominó. El macramé y las cantinas como terapias de género. El hombre mandaba y la mujer era sumisa. Ya no tanto. Los tiempos cambian. La mujer trabaja su doble jornada, es capaz de subsistir por sí misma y de no necesitar del hombre para ser. No quiere gritos ni reclamos, abusos físicos o verbales, ni chantajes ni estar con quien la trata como a un inferior. Es el desamor moderno, el que agarra sus chivas y se va. El amor a uno mismo como respeto y como opción. “El amor es la piedad que nos tenemos”, como escribió Efraín Huerta. No es mero narcisismo sino afán de sobrevivencia. El desamor de antaño, por otro lado, sigue ahí. Llora sus penas en secreto, se soba los golpes a solas, aguanta la indiferencia, el ninguneo, la falta de cariño, la existencia de la otra o del otro.
El maldito desamor. Tanto amar para qué. Lo dice el Buki: “si no te hubieras ido sería tan feliz”. O Paquita la del Barrio y sus ratas de dos patas: “¿Me estás escuchando, inútil?”. Lo escribe mil veces mejor Bonifaz Nuño: “¿Qué es lo que pasa, qué nos hace que durmamos confiados una noche, una noche cualquiera, protegida, seguros del amor, acompañados, y despertemos, un momento más tarde, solos, abandonados, indefensos?”.
Amar es equivocarse, como lo comprendió Fernando Pessoa. ¿Hay remedio? Durante algún tiempo creí más en el desamor que en el amor. Tantos fracasos, tantos intentos, para qué. Mejor la soledad, las caricias sin nombre que perdure, sin compromiso, sin reclamos, sin lealtades, sin amor. No volver a meter la pata, blindar el corazón para no sufrir de este nuevo desorden amoroso que trae consigo la época que nos ha tocado. Me guarecí.
Me dije que nunca más. Y fallé. Sucede que, así como llega el desamor, así también aparece el amor. La sensación de inmortalidad tras un beso, la necesidad de pertenencia a otro cuerpo, la alegría de descubrir un rostro que nos alegre el día, la noción de que ahora sí es la persona buena, la que esperamos con ansia toda la vida. Amar y desamar, estar un tiempo con la mejor y otro con la peor de las parejas, celebrar la compañía de alguien extraordinario y guardarle luto porque no lo era, es el latido de los corazones enmendados y rotos. La consigna para vivir y no morir en el intento es amar con locura y desamar con cordura. Dejar entrar y dejar ir cuando ya no se pueda. Lo dice Renato Leduc: “Amar a tiempo y desatarse a tiempo”. Next. No hay de otra.

Mauricio Carrera

viernes, 3 de octubre de 2008

Mi ciudad

"Ha sido una semana extraña. Fuera de casa, diferente.Conocer Gente, visitar gente.... lo que no puedo es olvidar"
G.I.P.

Queridos amigos, respecto a mi expresión "Esta ciudad apesta" claro está no es al hermoso lugar, ni a la gente que ama... Sabido será y claro está que es refiriendome a quien no hace su trabajo, a quien se llena de ignorancia, ha quien ha corrompido el poder, a los comportamientos vicerales y criminales de los que todos lo que aqui nos cobijamos hemos sido vícitimas, blanco de ataque.

Yo aquí me quedo.

Saludos para vos, niño del desierto. Un abrazo grande.

jueves, 2 de octubre de 2008

Simone de Beauvoir





Simone de Beauvoir (París, 8 de enero de 1908 - 14 de abril de 1986), novelista francesa, filósofa existencialista y feminista.
Nacida en una familia burguesa, Simone de Beauvoir fue educada según la sólida moral
cristiana vigente en la época. Cuenta en sus memorias la fuerte impresión que le causó, en su juventud, descubrir el ocaso de la religión: dejar de creer en Dios era asumirse plenamente responsable de su propias elecciones. En 1929, después de conocer a Jean Paul Sartre en la Sorbona, donde ambos estudiaban filosofía, se unió estrechamente al filósofo y su círculo (entre los que se encontraba Paul Nizan, autor de Aden-Arabia). Con el tiempo, crearon entre ambos una relación que les permitía compatibilizar su libertad individual con la vida en conjunto.
Simone de Beauvoir fue profesora de filosofía hasta 1943 en escuelas de diferentes lugares de Francia, como Ruan
y Marsella. Durante la Segunda Guerra Mundial y la ocupación alemana de París vivió en la ciudad tomada, trabajando para la emisora colaboracionista Radio Vichy -aunque, una vez acabada la guerra, afirmaría haber tomado parte en la Resistencia Francesa-. En ese período escribe su primera novela, La invitada , donde explora los dilemas existencialistas de la libertad, la acción y la responsabilidad individual, Resltan en ella las tesis existencialistas, según las cuales cada uno es responsable de sí mismo.


Simone de Beauvoir tenía como amante al escritor de origen norteamericano Nelson Algren, lo notable es que entre ellos se llegaron a intercambiar 300 cartas aproximadamente. Estas cartas fueron escritas entre los años 1947 y 1964. En ellas se ve una gaceta muy diferente a la que representaba en sus ensayos feministas.Se la nota tierna, carnal y enamorada, muy diferente a la imagen que todos tenían de mujer cerebral y radicalmente libre.Este romance dejo su marca literaria en la famosa autora, Nelson, su amor transatlántico aparece, escondido, en su novela Los Mandarines.


A continuación una breve transcripción de una carta de Simone a Nelson y su respectiva contestación...



"Me alegra lo que a ti te alegra”
Lunes 3 de Octubre

Nelson, mi amor, el sábado recibí tu carta, cuando volvía de dar un largo paseo en coche, y me sentí muy complacida con los recortes que adjuntabas. Lo malo, cariño, es que tengo un serio problema que debería escribir al consultorio sentimental de un seminario para mujeres. “Querido consultorio, hace un par de años me enamoré de un simpático joven de Chicago, un pobre muchacho que no andaba muy bien de la cabeza. De la noche a la mañana se ha convertido en un hombre que tiene un gran éxito internacional, es millonario, lo comparan incluso con Dostoievski. ¿Qué debo hacer para no perder su amor? ¿Acaso tendré que olvidarlos?”, tengo un poco de miedo, ya lo ves. Y tu última carta era bastante corta y se te notaba muy atareado, puede que te gane el orgullo y que ya no me escribas más. De todos modos, de momento, mientas se supone que aun me quieres, has de saber que me alegra todo lo que a ti te alegre.(…)


Tu Simone



Nelson Algren a Simone de Beauvoir
“Quiero una vida diferente”
1 de noviembre de 1952.



Uno todavía puede tener los mismos sentimientos hacia alguien y no permitirle que gobierne o transforme su vida. Amar a una mujer que no te pertenece, antepone otras cosas y otras personas, sin que ni siquiera haya una posibilidad de que tú ocupes el primer lugar, es algo que resulta simplemente inaceptable. No me arrepiento de ninguno de los instantes que pasamos juntos. Pero quiero un tipo diferente de vida. La decepción que sentí hace tres años cuando empecé a darme cuenta de que tu vida pertenecía a Paris y a Sartre… la ha embotado el tiempo. Lo que reintentado hacer desde entonces es apartar mi vida de ti. Mi vida significa mucho para mí, no quiero que pertenezca a alguien tan alejada, alguien a quien sólo veo pocas semanas al año.


Nelson








"Dime si es verdad, dime si te puedo alcanzar… Mírame y dime cuando te interesará."





Una mujer nacida décadas antes que yo, dice exactamente aquellas palabras que yo buscaba para tí, se queda también con ese adiós. Me quedo también, acepto la responsabilidad del amor y de su fiel acompañante: de ésta soledad. Que insiste en quedarse. De éste corazón en llamas... que no quiere sociego, no quiere dejer de arder... Me quedo, tu puedes encontrarme aquí.