Quise escribirte algo y nisiquiera pude.
Tal vez sea momento de mirar hacia otros horizontes,
más cercanos o más posibles.
No se ni como podría yo dejarte.
Pero se que es algo necesario.
Por lo pronto suena bien,
sábado y de noche.
Recuerdos de conocidos lugares.
Rones, cebada y tabaco.
Mí siempre nostálgica ciudad acanterada,
que se cimbra un poco a mis pisadas.
sábado, 28 de febrero de 2009
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