Ya me llené el corazón de los diamantes que quise,
de todos los que yo alcancé a tomar,
de esos que me mostraste.
Ya me deshice muchas veces entre tus manos,
sentí muchas veces vencer al olvido.
Pude volar y observar,
elevarme y caer.
Tengo y tuve bien puesta la sonrisa,
tengo y tuve muchas gotas sobre mi cara.
Pasión y amor,
latidos bien fuertes,
emociones inconcebibles.
Pero esta confesión, mi primera confesión contigo es la siguiente:
Todo eso no me basta, corazón cobarde, no me basta.
La opulencia oculta de la que me colmas no me basta.
No me es suficiente.
Anhelaba la libertad y ahora parece una quimera.
jueves, 26 de febrero de 2009
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