Viendo la más reciente producción cinematográfica de Sr. Tarantino me puse a pensar en un sinfín de cosas que querría que sucedieran, como si un sinfín de deseos reprimidos e insistentes por fin se realizaran dentro de mí. Esta idea se potencializao tocando cada uno de mis sentidos o obteniéndo un clímax colosal al final de la película, en cierta escena, es como si todos mis deseos fundamentales y los no tanto (como los sueños guajiros) por fin! se realizaran.
Sin gloria... porque no fué real. ¿Pero que es realmente lo "real" si a veces nuestro cerebro no distingue lo que soñamos de lo que vivimos. ¿O será que vivimos lo que soñamos e imaginamos?
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