Ya no se ni como decírtelo. Igual tu ya lo sabes todo.
Pero: sobreviví a la noche de anoche, y a las anteriores.
Sin ningún lagrimeo después de las 6 y hasta la hora que corre.
La tarde me trajo de repente... calma.
Mucha calma, me dejó oir el canto de las aves, la risa de cietos niños.
Me envió a dos amigos, justo cuando me sentia sola.
¿Sola? Bah! Claro que no.
Estoy feliz de sobrevivirme a mi desmedido sentimiento por tí. Y a tu transitorio olvido.
Sobreviví, sin ni un rencor, y ni una de cocodrilo, claro todo esto después de las 6, del día de ayer...
Por cierto, hoy ya es sábado.... sábado.
sábado, 2 de mayo de 2009
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