Pues heme nuevamente aquí. A las cinco horas con un minuto del día veintinueve de abril del año dos mil nueve, pensando en tí.
Recordando la felicidad de los momentos contigo, la incontingencia de tus visitas, la rareza de tu manera de quiererme, la sublime sensación de paz que me transmites.
¿Que estoy haciendo aquí sin tí?
¿Qué haría yo contigo?
Se que nunca me darás un lugar en tu vida.
Se que no sabes amarme.
Se que no puedo estar contigo.
Me pesa mucho esta cosa llamada amor.
Porque yo dejaria todo e iria a buscarte. Tú no.
Y no es un reproche, es una descripción cruda y real.
Real, tanto como que no eres mío, aunque yo te me haya dado hace tanto tiempo.
miércoles, 29 de abril de 2009
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1 comentario:
Saludos, devolviendo la cortesía del mensaje decidí darme una vuelta por tu blog. Aunque no es sábado, em doy cuenta que andas pasando por penurias similares en el amor, que siempre es un juego que nunca he logrado comprender. Fortaleza y serenidad, es lo que se debe tener para salir adelante de estas situaciones. Tienes los pies sobre la tierra, sabes lo que pasó y tal vez porque pasó, inclusive podrías llegar entenderlo y comprenderlo...pero eso no quita que el corazón hace que uno ignore a la razón en esos minutos de silencio...
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