viernes, 11 de diciembre de 2009

"Ayer te vi, de color sangre en mis sueños,
y no queda nada sagrado que me divierta ya"




Cinco cuarenta y ocho en la ciudad Capital. La fotocopiadora emitiendo nombres y proyectos. La radio sonando y la tarde cayendo.

¿Haz tenido alguna vez la sensación repentina de sentir que tu vida se pasa en una monotonía?
Pues esa sensacion vino a corroborar el hecho de que viese a la esperanza subir por las escaleras, saltar al recibidor y perderle los pasos en el pasillo.
Ir tras de ella ¿Valdría la pena?.

No puedo, el movimiento de media oficina haciendo y diciendo me entretiene.

Cuando me doy cuenta es tarde. Tarde para buscar lo que no quiere ser encontrado.

Todo sería más facil si pudiera sustituirte como el documento erróneo que nunca debió sustentar esta acta.